viernes, 4 de marzo de 2016

Si los hombres han llegado hasta la luna.

Hay momentos en la vida en que sentimos que ya no podemos más. Que hemos dado todo de nosotros, y que ha llegado el momento de parar. No me refiero al deseo de desaparecer, sino al de dejar a un lado aquello por lo que hemos luchado durante mucho tiempo, porque pensamos que es inútil seguir intentándolo y que no lo vamos a conseguir nunca. Todos hemos tenido esa sensación alguna vez, y el que diga lo contrario, miente. Y yo me pregunto... ¿qué se puede hacer ante ese sentimiento de fracaso, de impotencia, de no poder más, de haber llegado al final de la lucha? Hay muchas respuestas posibles, a mí solo se me viene a la mente una: pensar en todo lo que ya has logrado antes, a lo largo de tu vida. Si eso fue viable, ¿qué hay que no puedas hacer? Eres invencible, ya te lo has demostrado en otras ocasiones. ¿Por qué ahora iba a ser distinto?
Si los hombres han llegado hasta la luna,
Si desde Sevilla puedo hablar con alguien que esté en Nueva York,
Si la medicina cura lo que antes era una muerte segura,
Dime, ¿por qué no lo vamos a intentar?
Hay una frase que se repite a lo largo de nuestros días, que tarde o temprano la volvemos a escuchar una y otra vez... Dicen que todo tiene solución menos la muerte. ¿Es que acaso esto no es cierto? Mientras estés vivo, mientras tengas el poder de despertar cada mañana, ¿hay algo que no puedas conseguir? Lo más difícil es vivir, y ya lo estás haciendo con éxito. Decía una grande al menos para mí como Rocío Jurado que el mayor espectáculo de la vida es ver amanecer. Y tenía razón. Por desgracia hay muchas personas que cada día emanan su último suspiro. Que se van y ya no regresan jamás. Que parten a quién sabe dónde, dejando muchas cosas por hacer. Es entonces cuando ya no hay marcha atrás, cuando ya no puedes dar el paso de intentarlo una vez más.
Si la bella con un beso convirtió a la bestia en un galán,
Si las flores se marchitan y más tarde vuelven a brotar,
Si hay abuelos que se quieren, y su amor es todo lo que tienen,
Dime, ¿por qué no lo vamos a intentar?
Porque yo también he tenido esta sensación alguna vez, porque yo también creí un día que ya no podía intentarlo más, y empujé otro poquito y lo conseguí. Porque nada de lo que nos parece terriblemente grave es tal. Porque aunque hayamos perdido muchas batallas, mientras tengamos las armas suficientes para luchar, la guerra no está perdida. Esas armas se llaman vida, y lo primero a lo que tenemos que derrotar es a nosotros mismos: a nuestros miedos, al orgullo, a la inseguridad. A esa voz que nos dice "no puedes". Porque cuando nos vayamos y no tengamos opción de regresar, esa voz egoísta va a desaparecer para ir a por otra persona a quien derrotar, y en su lugar nos dejará para siempre una voz sustituta que nos dirá constantemente: por qué no lo intenté una vez más.


Canción del post: Si los hombres han llegado hasta la luna-Siempre así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario